El “cómo” es determinante para el uso eficiente de tecnologías

La adopción de insumos y herramientas de manejo todavía tiene mucho potencial, coincidieron especialistas en la aplicación de técnicas agronómicas.

“¿Qué tecnologías hay disponibles?”, es una de las preguntas habituales o, incluso, uno de los requerimientos para contratar una prestación de servicio de siembra, cosecha o pulverización. Ahora bien, ¿Cuánto de esa tecnología está bien utilizada? Esa debería ser la pregunta. Para desandar ese camino, durante el lanzamiento de la Campaña Gruesa 2019/2020 realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires este míércoles, cuatro referentes ahondaron en este tema.

“El nivel de adopción es una cosa, y está bien ponerle un número, pero el otro aspecto de esto es el uso concreto de estas herramientas”, disparó Sofía Gayo, del Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la Bolsa de Cereales. Y agregó: “A veces, se simplifican procesos dentro de un sistema productivo que es complejo, lo que puede generar consecuencias indeseadas”.

En lo que Gayo llamó “ejes para un sistema sustentable”, destacó tres aspectos: la siembra directa, las rotaciones y el uso de cultivos de servicio. “En siembra directa Argentina es referente, con más del 90% de la superficie con este sistema hace ya una década; en rotaciones estamos mejor, con 42% de gramíneas en la última campaña, pero recién se está empezando con los cultivos de servicio”, dijo.

La ingeniera agrónoma egresada de la FAUBA, con 7 años de experiencia en el rol que desempeña, mostró que “hasta la última campaña, sólo el 13% de los productores usaba este tipo de cultivos y que donde más se usa es en el norte del país, y otras regiones “de suelos frágiles”.

Gayo compartió panel con la gerenta de Asuntos Regulatorios de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Fabiana Malacarne; el líder en Investigación y Desarrollo de AACREA, Federico Bert; y el presidente del MATBA-ROFEX, Andrés Ponte. El panel fue moderado por Héctor Huergo, director de Contenidos del Hub Rural del Grupo Clarín.

El panel sobre "crecimiento y sustentabilidad con tecnología" fue integrado por el moderador Héctor Huergo (Clarín), Sofía Gayo (Bolsa de Cereales Bs.As.), Federico Bert (CREA), Fabiana Malacarne (ASA) y Andrés Ponte (MATBA-Rofex).

Bert propuso mirar el vaso medio lleno y el medio vacío. “Tenemos que estar orgullosos de algunas cosas logradas como es que se ha multiplicado por tres la producción en algo más de dos décadas”, dijo.

Entre los “pendientes”, marcó que “no se le saca todo el jugo a las tecnologías, pasa en soja, pasa en maíz, donde los rendimientos están entre el 60 y el 70% del potencial alcanzable”. Por eso, cree que “hoy hay margen de mejora con lo que tenemos, no hace falta más, sino usar mejor lo que hay”.

La aplicación variable es uno de los espejos en donde se puede ver si se está mejorando y ahí también falta. “Sólo un 10% de los productores hace aplicación variable de insumos, y donde más se está usando es en el norte, con la aplicación selectiva de herbicidas”, refrescó Gayo. Para Bert, esta falta de adopción tiene que ver con dos razones: “Estas tecnologías suponen un costo y las últimas décadas no han sido las mejores para afrontarlo, pero también, muchas veces lo que pone trabas a la adopción es el conocimiento, el no saber. La falta de capacitación se transforma en un impedimento para que estas herramientas se difundan”.

Bert compartió que a partir de un estudio que hicieron entre empresarios CREA sobre qué cosas les faltaban, o en qué temas necesitaban más investigación y conocimiento, “no se notó escasez de tecnologías duras. Donde les aprieta el zapato es en temas técnicos más que tecnológicos”, dijo.

Para Malacarne, es importante el dato sobre implementación de refugios en planteos de maíz, una forma de manejo determinante para “cuidar” las tecnologías utilizadas y alargarles la vida. “Es una gran noticia, sé que falta mucho, pero también hemos avanzado bastante y esperamos que para 2019/20 llegue al 60%”, dijo. Y apuntó: “No es casual que esto haya ocurrido ahora, porque hace unos años nos dimos cuenta de que no podíamos, desde los semilleros, hacer el trabajo solos, por eso nos vinculamos con AACREA y AAPRESID para vehiculizar la concientización y funcionó”.

También destacó que se haya “vuelto a los monitoreos” porque “el sistema se complejizó, y en este contexto el rol del ingeniero agrónomo es fundamental”. En un mismo sentido, Bert dijo que “La ingeniería agronómica está más vigente que nunca” y que “la astucia de saber combinar todas las tecnologías es la llave”.

“Creemos que el salto productivo no vendrá por tener más área, ni tanto por la adopción de tecnologías duras, sino por el manejo que hagamos de los insumos y los recursos, si logramos hacer un uso eficiente de ellas”, opinó Gayo.

Ponte analizó el cambio de contexto tecnológico para hacer las transacciones. “Estamos convencidos de que podemos transformar el mercado de capitales. La tecnología es la llave para hacer eso y estamos enfocados en ayudar al crecimiento y desarrollo de la comunidad”, dijo. Ponderó la autogestión (como el home banking) y esgrimió que “el secreto para atravesar las contingencias del país, del clima o de las diferencias geopolíticas es trabajar integrados”.

La tecnología habilita, la técnica, realiza”, cerró Bert.

Fuente: Clarín Rural.