La zanahoria es grande y está cerca
Las malezas resistentes, los mayores costos y los problemas con el ambiente propician la inversión en tecnologías de rápida amortización.
Las aplicaciones dirigidas es uno de los temas que más nos entusiasman y a esa tecnología nos empezamos a acercar desde el año 2015. Estudiamos el mercado y ayudamos a su mejor utilización por parte del productor procurando el mejor desarrollo agronómico del sistema.
Así habla Agustín Bilbao, Ingeniero Agrónomo egresado de la facultad de Balcarce, quien explica: con mi hermano Esteban y en Necochea hemos desarrollado una empresa de asesoramiento, Agroestudio Viento Sur, siempre ligados a Aapresid y a los grupos CREA siendo asesor el grupo CREA Necochea Quequén desde hace 9 años. También intercambiamos información con INTA y asesoramos a unos 25 productores en el Sudeste de Buenos Aires. De la mano de esa tarea, también llevamos adelante diferentes ensayos de campo.
Desde nuestros inicios, definimos que las aplicaciones dirigidas, configuraban un tema urgente que debíamos desarrollar para mejorar nuestro manejo agronómico y el de los productores que confiaban en nosotros, explica el asesor.
Luego de las evaluaciones iniciales nos enfocamos en difundir la idea de que con este sistema se logra un importante ahorro de insumos.
Y entonces nos abocamos al desarrollo del concepto que llamamos “más agronomía y menos herbicidas”, palabras que sintetizan la idea de aumentar la calidad de los procesos que aplicamos en el manejo de campo y disminuir la cantidad de insumos.
Ello nos lleva a bajar los costos, a producir de manera más amigable con el ambiente y con la sociedad, siendo conscientes de los reclamos que se refieren al uso de herbicidas.
También sabemos que el camino es la siembra directa y más allá que se hace laboreo cuando es necesario, somos conscientes de que lo más dificil de recuperar una vez perdido, es el suelo.
Entonces, con la directa, sumada a la rotación de cultivos y los cultivos de servicio, entre otras herramientas, aplicamos un manejo agronómico integral con el que reducimos al máximo la erosión hídrica y eólica, conservando el suelo.
Ello trae aparejado un aumento del uso de herbicidas, comparando el manejo con otros sistemas, lo cual ha propiciado el desarrollo de resistencia por parte de las malezas.
Y precisamente las aplicaciones dirigidas en los barbechos, permiten reducir de manera notable el uso de herbicidas.
Por ejemplo, si en un lote de 100 ha pudiéramos ubicar concentradas todas las malezas en una zona de ese lote, nos daríamos cuenta que las mismas ocuparían solo una parte de la superficie.
Y esta condición hace años que nos ocupa debido que es fácil pensar que, si no existiera esta tecnología, no quedaría otro camino que tratar con la misma dosis de herbicida a todo el lote. No obstante, conociendo las aplicaciones dirigidas, sabemos que es posible ahorrar grandes cantidades de herbicidas, con los consiguientes beneficio ambiental y ahorro de insumos, afirma el experto.
Y por ello es que estamos trabajando muy fuerte para que los productores y los asesores que no están al tanto, vean el camino.
Sabemos que son equipos de alto valor, de alta inversión, pero conocemos formas de alcanzarlas. Tal es así que en Argentina entre Weed It y Weed Seeker funcionan unos 250 equipos distribuidos en el NOA y NEA. Ello es aproximadamente el 4% del parque de pulverizadores. Y en Buenos Aires debe haber unos 20 equipos, de los cuales debido a nuestro trabajo 9 están en Necochea.
Entre el sur de Santa Fe, el sur de Córdoba y la provincia de Buenos Aires, estamos coordinando un grupo de productores usuarios de Weed It, explica Bilbao. El grupo intercambia información y así mejora el sistema de manejo. Otro grupo será el del Sud este Buenos Aires, debido a la cantidad de equipos que tenemos en movimiento.
Uno de estos equipos que trabaja desde el 2019, aplicó en unas 6000 ha de barbecho y ahorró el 68% de herbicida.
Podemos decir que el valor de un buen equipo es de 7500 dólares por metro lineal. Entonces si se consideran 20 metros de barral, serán unos 150.000 dólares de inversión con la que en las 6000 ha ahorraron 80.000 dólares, debido al menor consumo de herbicidas. Así es fácil comprender que la inversión se paga en 2 años, solo con el ahorro de malezas. Recordemos que en maquinaria agrícola una amortización de 5 años es considerada rápida.
Pero a ese ahorro, se suma el menor uso y manipuleo de bidones, y el uso más eficiente de la pulverizadora debido que deberá recargar el depósito menos veces. Y el menor gasto en trasporte de agua limpia con el consumo de gasoil que ello implica. Otro detalle no menor es que la mayor agilidad en los equipos, propicia la llegada más temprana al control de la maleza.
Asimismo, esta tecnología se puede instalar en toda marca de pulverizadora nueva o usada. Y también es ampliable, y se puede arrancar con una parte del barral original, para más tarde ampliar el ancho de trabajo. Por ello hubo casos de máquinas con 30 metros de barral que arrancaron con 20 m de Weed It y luego completaron los 30 m. Para ello solo es necesario un trabajo de herrería.
En lo que hace al funcionamiento del sistema, se puede destacar que en lugar de hacer una nube de gotas debajo del barral, la proyección del caldo es como un flechazo. Ello es debido a que las electroválvulas de mando abren y cierran cada pico 50 veces por segundo y con alta precisión. Ello implica que la eventual deriva se reduce a su mínima expresión, o bien desaparece.
Asimismo, en la práctica las velocidades de aplicación son las mismas que en las aplicaciones con tecnología corriente, es decir unos 18 a 20 km/h.
Una de las dudas es que inicialmente no se sabe bien cuánto líquido cargar en el equipo ya que, se disparará en el 20%, en o el 30% en o el 40% del lote. Y dicen los usuarios con experiencia, que ello es una duda de principiante, que desaparece a las muy pocas veces que se ha cargado en tanque. Al principio se carga de menos para evitar excesos y por ende se cargará más veces, lo cual desaparecerá superadas las primeras 5 o 10 aplicaciones.
Con este sistema el maquinista, el asesor y el productor desarrollan el compromiso de aumentar el volumen de los procesos para reducir el uso de insumos. Es hacia donde apunta parte del campo argentino. Es más trabajoso pero la zanahoria es muy grande, redondea para finalizar el experto.
Juan B. Raggio
Fuente: Clarín Rural.