Cómo el blockchain puede convertirse en una herramienta clave para la agricultura

Con los nuevos sistemas digitales, se podrá certificar qué se produce con sustentabilidad.

En los próximos 20 años, la agroindustria argentina se centrará en mejorar los sistemas de innovación para abastecer mercados con consumidores que son cada vez más exigentes y responsables. Ser capaces de trazar un proceso que brinde información desde la semilla hasta la góndola, será la próxima meta.

Juan Pablo Vélez, especialista en herramientas de agricultura de precisión del INTA Manfredi (en Córdoba), explicó que el registro de datos y la certificación de la producción se ha convertido en el nuevo foco de la innovación.

“Valorizar la producción mediante las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) es una gran oportunidad y existe una gran demanda de tecnología con el objetivo de aprovechar los datos disponibles en la nube y, así, producir de un modo más inteligente y agregar valor”, contó Vélez.

Este será uno de los temas que se abordarán en el 17° Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión, que se realizará el 19 y 20 de septiembre en el INTA Manfredi.

De acuerdo con el investigador, las BPA –como el cuidado del agua y del suelo, la rotación de cultivos y el uso responsable de fitosanitarios– son activos por los cuales el consumidor está dispuesto a pagar un precio diferencial.

Hay un consumidor responsable que demanda información y exige que los alimentos se produzcan con la mayor inocuidad posible”, aseguró.

La Argentina es un país de casi 3 millones de kilómetros cuadrados de superficie que, a su vez, cosecha millones de toneladas de granos y carnes al año. En este contexto, procesar la información que se genera parece una meta difícil, pero no inalcanzable.

Para resolverlo, resultan clave algunos conceptos que hacen referencia al procesamiento de grandes cantidades de números y cifras como la Internet de las cosas, blockchain, una base de datos distribuida que registra bloques de información y los entrelaza para facilitar su recuperación, Big Data, inteligencia artificial y machine learning.

“Sólo mediante estas tecnologías disruptivas será posible cuantificar, registrar y almacenar cada variable de nuestra labor como productores y trazar el proceso a fin de mostrarle al consumidor toda la información que demanda”, aseguró el técnico del INTA Manfredi.

El 66% de los usuarios de agricultura de precisión (AP) procesa la información obtenida a partir de las herramientas, tales como las imágenes captadas por drones o los mapas topográficos. Así lo asegura un reciente estudio del INTA Paraná.

Ricardo Melchiori, investigador de esta estación experimental, señaló que a partir del relevamiento que hicieron del conocimiento de las herramientas y prácticas de la AP, se observaron “diferencias notables” respecto a un análisis similar realizado hace cinco años.

“Entre las herramientas que evidenciaron un mayor incremento se destacan el uso de los drones, los sistemas de corte automático en sembradoras y en pulverizadoras. También, los sensores de malezas y los mapas de suelo”, indicó el especialista.

Con respecto a las herramientas y técnicas, se destacan el uso de pilotos automáticos, los sistemas de corte por surco en sembradoras, los sistemas de siembra y fertilización variable y los sensores para el control sitio específico de malezas.

Fuente: Clarin Rural