Con el biogás se completa el círculo del clúster maicero en Río Cuarto

En el sur de Córdoba, Bioeléctrica utiliza los residuos de la producción de etanol de Bio4 para producir electricidad suficiente para 16.000 familias.

2019-06-15.

Germán Di Bella es, esencialmente, productor agropecuario. Pero cuando se pone el casco para recorrer la planta de biogás de Bioeléctrica, en Río Cuarto, le sale de adentro el empresario energético. Hace ya diez años, junto a un grupo de productores liderados por Manuel Ron, fundó Bio4, una planta de bioetanol que con el tiempo se convirtió en la piedra fundamental de un clúster del maíz. En Río Cuarto, donde cada año se siembran 150.000 hectáreas del cereal, ellos transforman 25.000 en biocombustible, y los subproductos de ese proceso los usan para engordar hacienda en feedlots propios y ajenos y, ahora, para producir electricidad.

Hoy Bio4 consume 600 toneladas por día de maíz para transformar el almidón en azúcar y el azúcar en alcohol. Y a su lado, apenas cruzando la calle, se erige su hermana menor, Bioeléctrica, una planta de producción de energía eléctrica a partir de biogás.

Los digestores son como grandes rúmenes.

“Empezamos con un motor y vamos a terminar el 2020 con seis motores funcionando”, explica Di Bella, y detalla que el grupo BioArgentina reúne a Bio4, Bio5 -un feedlot-, un emprendimiento de energía biotérmica en Formosa, Bioeléctrica 1 y 2, y la empresa de tecnología Biomás, que vende la tecnología y el know-how para producir biogás.

Bioeléctrica ya lleva tres años de operación y entregó 20.000 megas. El primer año la energía fue utilizada exclusivamente por Bio4, y desde hace dos años -a partir de la adjudicación lograda en los planes Renovar- insertan electricidad en la red pública. Actualmente cuentan con 4 motores que producen 1,2 megas de energía por hora, lo suficiente para abastecer a unas 4000 familias cada uno.

“Nos interesa mucho la transformación del maíz. En Alemania hay 7.800 plantas de biogás a partir de maíz, casi la mitad del maíz se usa para energía. Acá tenemos 7 millones de hectáreas de maíz y podríamos tener 14”, dice el empresario entusiasmado, pero enseguida matiza sus palabras. “Lo vimos como una buena manera de transformar el maíz localmente y olvidarse del flete a Rosario, nuestro horizonte era hacer 60 plantas en todo el país asociandonos con productores, pero ese negocio se murió porque hoy la tarifa no paga el costo de hacerlo con silo de maíz”.

Es que la idea original de los productores era que Bioeléctrica produjera biogás exclusivamente a partir del maíz, pero hoy la ecuación entre el precio del maíz y la tarifa de electricidad no resulta atractiva, y lo que sí arroja rentabilidad es producir el biogás a partir de la vinaza, que sigue siendo un subproducto del maíz, concretamente el último residuo de la elaboración de bioetanol. Con la misma tecnología, reconfiguraron el negocio. “Los números cierran ampliamente mejor que con la biomasa”, asegura Di Bella desde la sombra de los digestores, dos enormes tanques de 14 por 14 metros.

Uno de los cuatro motores que actualmente transforman el biogás en electricidad.

De esta manera, lo que había sido pensado como una unidad de negocio paralela termina siendo un eslabón más en la cadena del bioetanol. Con la próxima puesta en marcha del sexto motor, la planta consumirá unos 600 m3 de vinaza por día para producir 6 megas por hora de electricidad, de los cuales 3,4 serán consumidos por Bio4 en el mismo lugar. “Es energía eléctrica firme, se genera siempre sin depender del viento o del sol”, remarca Di Bella, y comenta que con el residuo del biogás se fertilizan los lotes de maíz aledaños.

“La industria te cambia la cabeza culturalmente. Es otra forma de aprovechar los procesos”, concluye.

Otros proyectos aprobados en las rondas Renovar

Bioeléctrica es uno de los diez proyectos de generación de biogás a partir de residuos agrícola-ganaderos aprobados en las rondas Renovar y que están en operación comercial. En total, según la secretaría de Energía de la Nación, estos proyectos implicaron inversiones por 122 millones de dólares y actualmente inyectan a la red nacional un total de 32 MW de potencia instalada que benefician a más de 50.000 hogares.

En Río Cuarto, además de Bioeléctrica, se encuentran la Central Térmica Biogás Río Cuarto I y la Central Térmica Biogás Río Cuarto II con un total de 3,2 MW de potencia instalada a partir del silaje de maíz.

Además, la Central Térmica de Biogás Yanquetruz, ubicada en la localidad de Juan Llerena, San Luis, abastece a 1.556 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con silaje de maíz. La Central Térmica Biogás San Pedro Verde, ubicada en la ciudad de Christophersen, Santa Fe, abastece a 2.554 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con efluentes de tambo. La Central Térmica Biogás Avellaneda, en la ciudad de Avellaneda, Santa Fe, alimenta a 12.898 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con thin stillage (co-producto de una planta de bioetanol), harina de maíz y glicerina. La Central Térmica Biomasa Pindó Eco-Energía, en la ciudad de Puerto Esperanza, MIsiones, alimenta a 4.721 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con residuos forestales. La Central Térmica Biomasa Prodeman Bioenergía, ubicada en la ciudad de General Cabrera, Córdoba, alimenta a 13.499 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con cáscara de maní. La Central Térmica Biomasa Ticino, en la ciudad de Ticino, Córdoba, alimenta a 6.500 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con cáscara de maní. Y la Central Térmica de Relleno Sanitario Ensenada abastece a 3.977 hogares a partir de la generación de energía eléctrica con relleno sanitario.

Fuente: Clarín Rural