Marzo es el mes de la mujer y El ABC Rural destaca su rol en un ambiente que lejos de ser machista se enmarca en el apoyo del conocimiento científico, profesional, empresarial y docente del feminismo agropecuario. Por Lucas Mich -7 marzo, 2020
Mañana 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Esta es una fecha donde las mujeres deben alzar su voz y proclamar sus derechos, cuya garantía afortunadamente se profundiza cada vez más en nuestro país. Tanto dentro del sector agropecuario, como del resto de las actividades, el rol de la mujer es importantísimo.
Está claro que ellas ganaron muchas batallas y deben seguir logrando reivindicaciones justas y equitativas. Sobre todo en el ámbito laboral, donde la igualdad tiene que ser puntapie inicial de esos derechos.
La presencia de la mujer en el trabajo cotidiano del sector más dinámico y relevante de la economía argentina, es una realidad. Por algo, miles de ellas en todo el territorio dejan marcada su huella con una clara visión de progreso que demuestra claramente que los tiempos han cambiado.
Amor por el campo
Antoinette Huffmann cría sus imponentes bovinos Blonde d´Aquitaine en su campo de Agustín Mosconi, en el partido bonaerense de 25 de Mayo. Ella, demuestra el potencial productivo de esa raza francesa y la difunde en todo el país con gran entusiasmo y perfección.
Romina Selva, es la única joven ganadera de Pergamino, Buenos Aires. Mientras cursaba la carrera de ingeniera agrónoma tuvo que hacerse cargo de un campo familiar tras la muerte de su padre. Por ello, al igual que muchas otras mujeres conoció el desafío del esfuerzo en una circunstancia difícil que debió sortear con impronta feminista.
Un caso similar atraviesa la vida de Norma Bessone, quien luego de una gran trayectoria en el ámbito de la docencia en la provincia de Santa Fe, debió convertirse en productora agropecuaria luego del fallecimiento de su esposo. Hoy, Norma es la presidenta de la Sociedad Rural de Rafaela, entidad que -según ella- la sigue formando como agricultora día tras día.
Como madre de familia agropecuaria, no es justo que nos olvidemos de Alejandra Prarizzi, quien es madre de tres hijos y ayuda a su esposo en la Cabaña Don Leopoldo. Es un establecimiento de 12 hectáreas ubicado en la localidad de Las Rosas, en el sur de Santa Fe, donde crían reproductores de cabras, cerdos, conejos, gallinas y ovinos.
Y por si esos ejemplos fueran poco, este año 2020 el género redobló la apuesta y se concretó algo que muchos deseaban hace tiempo: el INTA por primera vez tiene en su presidencia a una mujer cuya capacidad es indiscutida.
Susana Mirassou, fue designada en el cargo por el actual presidente de la Nación, Alberto Fernández, demostrando la impronta que tiene en el presente el sector femenino en el agro.
El rol y las conquistas
Los mencionados son algunos ejemplos de mujeres que tienen tras de sí una historia de sacrificio, dentro de los miles que se registran en la Argentina.
Muchas ya lograron conquistar la igualdad, pero resta el reconocimiento de tantas otras que -en el anonimato- continúan luchando por su reivindicación.
En el plano empresarial, Marcela Silvi, gerenta de Industrias Erca, industria de la localidad santafesina de Armstrong, siente mucha comodidad trabajando en un ambiente que usualmente está compuesto por hombres.
Ella se ocupa de custodiar todas las secciones de la empresa: venta, área industrial, concesionarios, repuestos, personal y administración, entre otros segmentos.
“El rol de la mujer rompió con los parámetros preestablecidos”, aseguró en una entrevista con nuestro medio.
Cuanta que siendo muy chica mantenía reuniones con clientes de Erca, empresa dedicada a la fabricación de maquinarias agrícola, y pensaba que solo podía resolver negocios pero nunca iba a llegar a asesorarlos sobre los productos.
Sin embargo, con el tiempo ese dilema quedó atrás y en la actualidad, la gerenta conoce mucho de maquinarias.
“En ese momento era toda una sorpresa, pero hoy los clientes sienten que es normal que yo los asesore en materia de maquinarias; jamás me sentí en desventaja por ser mujer”, explicó con convicción.
Por otra parte, en relación a los derechos de la mujer, Silvi dice que los mismos deben ser en todos los planos. “No es cuestión de género, es respeto; y en lo laboral es medir a las personas por capacidad, compromiso, responsabilidad, aptitudes y actitud”, insistió.
“Falta mayor participación femenina”
Según la empresaria, resta que “más mujeres se animen a involucrarse en este sector de la agroindustria; la mujer tiene definitivamente una mirada diferente y con el hombre hacen un buen complemento”, explica en forma de aliento.
“Está claro que una empresaria no solo dedica su vida completa al negocio. La familia es un pilar fundamental que debe sostener todos los días”.
“El rol de madre tiene como particularidad que no se puede estudiar en ninguna universidad y, en mi caso, lo vivo con pasión como vivo mi trabajo”, dijo Marcela, quien es mamá de Santiago, que con sus 14 años tiene una mirada particular sobre la vida empresarial.
“A veces me dice que trabajo demasiado, pero no dejo de ocuparme de todo jamás, de organizar todo en relación a él y a la casa. Son elecciones y todo es válido, tenemos una relación que amo”, indicó.
Además, con mucha emoción expresó: “Desde chiquito aprendió junto a esta madre que es muy importante perseguir los sueños y hacer todo lo que hagamos con mucha entrega y pasión”.
Una clara revolución
Otra de las mujeres que día a día demuestra su compromiso profesional para con el sector agroindustrial, es la actual líder de la exposición agropecuaria a campo más importante de la Argentina.
Rosana Nardi, presidenta de AgroActiva, justificó la revolución que se está generando desde hace un tiempo en favor de la igualdad de derechos entre ambos géneros.
“Resulta increíble que las mujeres hayamos respondido tan mansamente al patriarcado y a las injusticias a las que fuimos sometidas a lo largo de toda la historia de la humanidad”, expresó a El ABC Rural.
“Tenemos mucho para dar si entendemos que aspiramos a la igualdad de derechos sabiendo que somos diferentes”.
En ese sentido, aseguró que la sociedad está en plena ebullición de cambios: “Algunos extremos (necesarios en toda revolución) y solo la naturalización de los cambios que se dará con el tiempo, ayudará a que se logre el equilibrio. Cuando no sea necesario festejar el día de la mujer como reivindicación hacia el más débil, recién ahí lo habremos logrado”, explicó.
Un despertar diferente
Rosana Nardi, asegura que vive con alegría que las mujeres estén despertando y que de a poco se vayan involucrando en todos los sectores de la sociedad.
“Tenemos mucho para dar si entendemos que aspiramos a la igualdad de derechos sabiendo que somos diferentes. Vivimos en una sociedad mixta, por lo tanto es importante que todos estemos incluidos”, dijo.
Por su parte, diagnosticó que “falta tiempo” para que todos aceptemos “con naturalidad que somos una sociedad mixta” y que esa condición se refleje en todos los ámbitos.
“El sector agroindustrial es bastante machista pero estoy convencida que si nos mantenemos informadas y capacitadas podremos hacernos escuchar en cualquier ámbito”, reflexionó, subrayando: “Ahora las condiciones están dadas. Tenemos la oportunidad de demostrar todo lo que podemos dar”.
Liga de mujeres rurales
Asimismo, las mujeres rurales son agentes clave para lograr cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible, pero su acceso limitado al crédito, la asistencia sanitaria y la educación, se encuentran entre los muchos retos a los que se enfrentan.
En la Argentina, en el año 2019 se creó la Red de Mujeres Rurales, cuyo objetivo es organizarse para poder brindarle a la sociedad todo lo que han aprendido en sus actividades, sus empresas, y mostrar la manera de trabajo dentro de los campos.
Su presidenta honoraria es la ingeniera agrónoma María Beatriz “Pilu” Giraudo, quien en diálogo con El ABC Rural, habló de la fortaleza de la red de mujeres y su trabajo.
“La red nació inspirada en la invisibilización de la mujer. Queremos ser puentes y facilitadoras de la unión de las voluntades para que las cosas sucedan en un marco de inclusión plena”, dijo la entrevistada.
“El grupo se focaliza en educación, comunicación, desarrollo local, buenas prácticas agrícolas y cuidado ambiental”.
Esa red de mujeres, está ligada a la cadena agrícola y no para de crecer. “Sentimos amparo en los valores de compromiso, colaboración, diálogo, pasión y la mixidad: este último término haciendo referencia a la complementariedad no solo de género, sino también de riquezas que se encuentran en personas con capacidades y habilidades diferentes”, continuó Giraudo.
Derechos y nuevos paradigmas
Definitivamente, las mujeres del campo asumen un rol sumamente protagónico actualmente. Los números estadísticos arrojan resultados contundentes, ya que son un tercio de la población mundial.
“Somos más del 40% de la mano de obra agrícola y participamos de más del 50% de algunos de los procesos en toda la cadena agroalimentarias”, refresca una de las líderes de la Red.
En ese sentido, advierte que todavía queda mucho por avanzar respecto a derechos en las mujeres del campo, sobre todo respecto al reconocimiento estadístico de su participación en la cadena.
“Somos muchas las mujeres rurales, somos diversas y líderes en muchísimas actividades que apuntan a todas las regiones del país”, sostiene Giraudo.
Respecto a obstáculos, la ingeniera agrónoma asegura que son muy bajos los porcentajes de mujeres que acceden a lugares altos de decisión, con lo cual insinuó que “es una materia pendiente”. “Tenemos que cambiar esa estadística porque hay capacidad y convicción en las mujeres para ocupar cargos relevantes”, diagnosticó.
Finalmente, Pilu apuntó: “La equidad real va a suceder cuando absolutamente todas las mujeres tengan la oportunidad de elegir qué quieren hacer y qué les apasiona en la vida”.
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