Esta semana se realizó en Córdoba el 18 Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión, con foco en las Agtech.
El Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión que organiza el INTA Manfredi llegó esta semana a su 18ª edición y esta vez puso el foco en las AgTech. Con el apoyo del Ministerio de Agricultura de Córdoba, la capacitación se realizó en un auditorio principal con disertaciones plenarias y paneles temáticos, y hubo dos salas de capacitación de talleres específicos de software para el manejo de datos y nuevas tecnologías aplicadas a la maquinaria, a cargo de especialistas de INTA y técnicos representantes de empresas. A eso se sumó un espacio de capacitación sobre maquinaria a campo, separada por rubros -siembra, fertilización, pulverización, cosecha y poscosecha-, en donde se integraron demostraciones y capacitación técnica.
Juan Pablo Vélez, uno de los técnicos del INTA Manfredi organizadores del evento, viene haciendo un seguimiento cercano de la evolución de las tecnologías de precisión y elaboró un documento en el que remarca algunos datos interesantes que dan cuenta de las ventajas que se pueden lograr estando encima de los detalles. Para eso se centró en el cultivo de maíz, gran protagonista de la campaña 2018/19 y seguramente de la 19/20, teniendo en cuenta los desafíos que plantea el sistema de siembra directa con estrechamiento entre surcos, tecnologías de manejo que aumentan el potencial pero exigen mayor uniformidad de siembra.
Vélez explicó que uno de los errores comunes es la superposición de semillas por problemas en el caño de bajada de la sembradora. “La semilla que poseía una trayectoria correcta pero recibe una vecina demasiado cerca sufre competencia. Según un ensayo a campo llevado adelante por la EEA Manfredi, esa semilla resultó en una planta con una espiga de 18 gramos menos respecto del promedio, y en una siembra convencional a 6 km/h se observó hasta un 10 por ciento de plantas en estas condiciones. En un cultivo con 70.000 plantas por hectárea y una cotización del maíz a 130 dólares por tonelada, equivale a una pérdida de 16,40 dólares por hectárea”, detalló.
Y luego afirmó: “El control total de la sembradora actualmente es posible gracias a la intervención con sensores y actuadores que permiten tomar datos de prácticamente todas las variables de la siembra haciendo posible el control automático en cada dispositivo sin intervención del hombre”.
Respecto a la etapa de fertilización, en el mismo sentido el técnico afirmó que ensayos realizados por la EEA Manfredi demostraron que el taponamiento de un caño de bajada de fertilizante en una sembradora de 16 surcos produjo una merma de 600 kilos de rendimiento por hectárea, lo que representa alrededor de 72 dólares por hectárea.
“La intención de estos ensayos con información económica es sensibilizar sobre que, si bien los resultados de rendimiento en granos por factores climáticos y calidad de suelo no se pueden modificar, sí se puede modificar el resultado económico mediante la utilización inteligente de los insumos”, remarcó.
Fuente: Clarín Rural .