En las tecnologías para proteger el cultivo hay empresas que buscan productos más concentrados y también nuevas mezclas para alternar los modos de acción de los herbicidas.
El control fitosanitario es una de las tantas herramientas que se pueden utilizar en la sanidad y protección de los cultivos. Tecnomyl investiga y desarrolla este y otros caminos para el control de insectos, malezas y enfermedades, buscando que no solo los fitosanitarios sean la solución en todas las circunstancias. Así lo explica la Ing. Agr. Paola M. Diaz, coordinadora de investigación, desarrollo y servicio técnico de la empresa.
La experta señala, “buscamos desandar el camino de hacer todo lo más sencillo posible o de combatimos a todo con lo mismo. Más bien buscamos generar diferentes mezclas, para poder alternar los modos de acción de los herbicidas, y no presionar en el uso de determinados productos que luego generen resistencias”.
En lo referente a su portfolio, afirmó que Tecnomyl se orienta al desarrollo de productos amigables con el medio ambiente y a bajar las bandas toxicológicas, como es el caso de Atramyl 90 WG (atrazina), Helios (glufosinato) y Tecnoquat (paraquat).
Es decir que el principal objetivo de la compañía, es la formulación de fitosanitarios mucho más concentrados, para que el volumen de producto aplicado a campo sea menor, siempre respetando la cantidad de ingrediente activo por unidad de superficie. Como otro ejemplo se menciona Hacker Top, (Tiametoxam 30% + Bifentrin 20%), una mezcla de activos para el control de chinches en soja.
“Todo esto es posible gracias a la fuerte inversión que se realiza tanto en la planta industrial de Rio Grande, Tierra del Fuego, como en su laboratorio en Córdoba con certificación internacional”,añadió.
Fuente: Clarín Rural.