El crecimiento del consumo de aceite a nivel global demanda mayor producción. La situación de la Argentina, donde el cultivo tiene cada vez más hectáreas.
Según el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés), el girasol sembrado a nivel mundial alcanzaría en esta campaña un récord de 26,2 millones de hectáreas (Mha) con un volumen nunca antes producido en la historia de 49,7 millones de toneladas (Mtn), lo que equivale a un incremento del 5% respecto del ciclo anterior. En relación al consumo, también se rompería toda marca previa con un abastecimiento de 49,3 Mtn, un 3% por encima de lo demandado el último año.
¿Podría imaginarse un escenario para la donde el girasol sea tan protagonista como lo fue la soja desde mediados de la década pasada? En un futuro no muy lejano, la cada vez más creciente demanda mundial del aceite y la incorporación de tecnología en el cultivo de la oleaginosa “estrella” en países de Europa Oriental, hagan que en nuestro país este cultivo siga creciendo.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) explican que en la campaña 2003/04, la Argentina pasó de la segunda a la cuarta posición en el ranking mundial de productores de girasol por detrás del poderío de Ucrania (que tiene alrededor del 40% de la superficie global), Rusia (que suma otro 25%), y la Unión Europea. No obstante, el principal revés para el cultivo se dio a partir del período 2007/08 cuando las condiciones comerciales inclinaron la balanza fuertemente en favor de la soja, desplazando al girasol hacia las áreas más marginales donde esta última no reúne las condiciones necesarias para su siembra.
Hoy por hoy
Se estima que la producción de girasol podría subir de los 3,5 a 3,8 Mtn en la campaña 2018/19 con un área proyectada de 1,9 Mha. La siembra ya superó el 90% en el país.
De acuerdo al último Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las labores de implantación de girasol comenzaron a transitar su tramo final, con un progreso nacional de siembra que alcanzó el 91,6% de las 1,9 Mha proyectadas para el presente ciclo, luego de una semana con gran actividad en las provincias de Buenos Aires y La Pampa.
La Bolsa Cereales de Bahía Blanca (BCBB) había anticipado la semana pasada en su Reporte Agrícola Quincenal para la primera mitad de noviembre, que la siembra para el Este pampeano y Oeste bonaerense, donde se concentra el 34% del total, había prácticamente finalizado con un aumento del 3% promedio en el área implantada, alcanzando las 592.000 ha.
En diálogo con Infobae, la responsable del área de Estimaciones Agrícolas de la entidad bahiense, María Elena Antonelli, explicó que en estos días “faltan completar algunos lotes de la zona Sur, por las altas precipitaciones que se registraron a principios de mes. En esta región llevamos más de 100 mm en algunos lugares lo que impidió que se realicen con normalidad las labores de siembra”.
Además, la especialista recordó que “las inundaciones del año pasado generaron que el área a sembrar se encuentre bastante anegada, las napas freáticas estaban muy altas por lo que se pudo implantar menor cantidad de superficie”.
En campaña
El aceite de girasol es uno de los cinco más consumidos en el mundo. Por la creciente demanda, los analistas afirman que el área destinada al cultivo debería crecer 600.000 ha por año.
El presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), Guillermo Pozzi, conversó con Infobae, y destacó que en esta Campaña 2018/19 “hubo un crecimiento muy importante en la zona NEA, con un récord histórico de casi 700.000 ha, aún con la reinstauración de las retenciones a la exportación” en agosto pasado.
El dirigente subrayó que “con el gobierno anterior habíamos llegado a un piso de 1,2 Mha; el sector reaccionó a las políticas agrícolas propuestas en el inicio de la actual administración y tuvo una recuperación del 60%”, se entusiasmó y agregó: “Hoy estamos con una proyección de 1,9 Mha para la actual campaña; inclusive algunos proveedores de insumos estiman que se podrían llegar a las dos millones de hectáreas. Todo indica que, a mediano plazo, podría haber un crecimiento mayor con cifras cercanas a las 2,5 Mha, aunque no llegaríamos a recuperar las 3,6 Mha que alguna vez tuvimos”, dijo.
En tanto, un trabajo de la BCR elaborado por Desiré Sigaudo y Emilce Terré sostiene que, “asumiendo rindes tendenciales, la producción podría subir de los actuales 3,5 a 3,8 Mtn en el nuevo ciclo. Sin embargo, se estima que el incremento de la oferta superará el aumento de la demanda, ya que el procesamiento se mantiene relativamente establefacilitando así una recuperación del stock final”.
En proceso
La Argentina está entre los cuatro principales productores y procesadores de girasol a nivel mundial. Destina casi la totalidad de su cosecha a la elaboración de aceite y harina para consumo interno y la exportación.
Respecto del procesamiento de girasol, Rusia y Ucrania no sólo lideran el ranking de los principales países productores, sino también los de mayor volumen de procesamiento. En este caso, la Argentina también queda en el cuarto lugar como procesador mundial detrás de estos últimos y la UE.
La Secretaría de Agroindustria informó que entre enero y septiembre se procesaron 2,6 Mtn, (-5,8%) menos que durante el mismo período del año pasado. Desde Rosario recuerdan que “cerrar a diciembre con un volumen de crushing de 3,2 Mtn requerirá procesar en el último trimestre alrededor de 600.000 toneladas, marca que se ha logrado alguna vez en el pasado pero que no se repite desde hace seis años. Sin embargo, la caída que se descuenta en el procesamiento de soja podría dar lugar a una recuperación de esta fuente de absorción, por lo que de momento se mantiene la esperanza”, afirman.
Pozzi recordó que “hace 20 años se pensaba que los aceites de baja calidad iban a reemplazar a los de mejor calidad; sin embargo, el girasol demostró que esto no era así. Hay un crecimiento del estándar de vida de la población mundial, un crecimiento de la clase media en todo el mundo, principalmente en China, y esto hace que haya un demanda creciente de mejores productos alimenticios”.
Para calmar esta demanda creciente, el representante de ASAGIR anticipó que “el mundo necesita que la superficie cultivada con girasol aumente a un ritmo de 600.000 hectáreas anuales para satisfacer la demanda cada vez más creciente”.
Mirada a futuro
“El girasol es un producto que permite cubrirse de riesgos por falta de lluvias. Y lo demostró el año pasado cuando el maíz y la soja fueron los que más sufrieron los efectos de la sequía”, enfatizó el líder de ASAGIR
Antonelli sostiene que en la campaña 2017/18, el girasol fue el cultivo de granos gruesos que mejor desempeño tuvo. “Recordemos que después de las inundaciones, en enero y febrero se cortó el agua y se vino la sequía que terminó afectando al maíz y a la soja, que fue la más perjudicada con una caída de producción a nivel país mayor al 30%. Por lo cual,el girasol fue el cultivo que mejor rindió y esperamos que este año mantenga los mismos niveles de rendimiento”, celebró la referente de la BCBB.
En este sentido, también se manifestó Pozzi quien señaló que “el año pasado el girasol demostró que es un cultivo noble para las condiciones en las que otros no se desempeñan correctamente. No quiere decir que toda la agricultura deba pasarse al girasol, pero es una alternativa para que el productor lo tenga en cuenta en una proporción de su portafolio”.
Por último, Pozzi vaticinó: “Creo que va a haber un cambio en el esquema productivo de los países de Europa Oriental, sobre todo en Ucrania, similar al que sucedió cuando la Argentina incorporó los transgénicos en maíz y soja. Esto va a generar condiciones competitivas diferentes a las actuales y, a menos que se subsidie, va a sacar al cultivo de la competencia”.
El titular de la Asociación planteó: “Si los ucranianos redujeran un millón de hectáreas de girasol, ¿cuántos países en el mundo son capaces de absorberlas? La Argentina es uno de los pocos que tiene el ‘know how’ y la tecnología para incorporar semejante crecimiento del área sembrada. Es una gran oportunidad”.
Fuente: Infobae Campo.